
NOSOTROS ESTUVIMOS EN EL FILO DEL CUCHILLO DE LOS AMANTES DEL TERROR
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Madre de 5 hijos, marido militar artillero, siempre vivimos en casa militar, desde que empezaron los atentados vivíamos en una angustia continua. Amigos muertos a manos de los asesinos ubicado en el País Vasco, muchísima gente de nuestro entorno que había perdido algún ser querido
Las vacaciones para nosotros eran un aleccionar a nuestros hijos antes de salir, no digáis que vuestro padre es militar, a nadie le importa y sabéis que si no le puede ocurrir algo a papa, si acaso decís que lleva uniforme, decir que es bombero o medico pero no militar
Fueron años de un sin vivir sobre todo asistiendo atónitos, tristes, amargados , asustados y angustiados a los asesinatos de tantos amigos y de tantos inocente con miedo , confieso que con muchísimo miedo
Asistimos al golpe de Tejero , todas las mujeres de los pabellones militares de Segovia nos juntamos en una casa con nuestros hijos los maridos en los cuarteles, sin poder hablar con nuestras familias , sin saber que era lo que iba a pasar sin saber que les iba a ocurrir a nuestros maridos
Pasaron 4 años y nos cambiamos de ciudad , como es costumbre en lo militar, ascenso>> cambio, nos fuimos cerca de mi familia a Valencia porque había una vacante
Vivimos en el pueblo donde estaba el cuartel en casa militar, pero a medida que nuestros hijos se acercaban mas a cursar estudios como los de la Universidad nos planteamos irnos a Valencia capital tanto él como yo teníamos nuestros trabajos en la capital
Nos fuimos a vivir a una casa civil , y ahí ya el primer día que llegamos para ya vivir en él, se me partió el alma escuchar a mi hija pequeña decir en el portal de la casa, “” mama aquí nadie va a encontrar a papa verdad? , como no es una casa militar “”
Pues bien ahí se equivoco mi hija y nos equivocamos todos, porque un día por la tarde recibo una llamada y me dice que si estaba mi marido en casa? Dije que no, y siguió preguntando, y como es natural siguiendo con las consignas de mi marido mi respuestas eran no se no contesto a todas las preguntas
Me baje a la cabina y llame a la oficina del acuartelamiento donde estaba mi marido destinado y se lo comente, me dijo que no cogiera mas el teléfono hasta que el no volviera. Aquí empezó nuestra angustia, el que le llamaba era el de los servicios del digamos secretos del Ministerio
Llamo mi marido a un numero que traía él, y quedo con esa persona que él no conocía en un sitio para hablar. Le suplique que sin saber quién era que no fuera, pues nada para ya que se fue
Una hora después volvió a casa y en nuestro cuarto me dijo lo que pasaba y que las medidas a tomar y llevar a cabo
En efecto nos habían puesto en vigilancia por un hecho puntual, unos vecinos a los que se les estaban vigilando y que recibían visitas del país vasco. Entonces empezaron las medidas que teníamos que adoptar hasta nueva orden. Horarios de salidas de la casa, horarios diferentes y de entrada lo mismo. Maletas preparadas para mis hijos y para mí en caso de tener que irnos de esa casa. Cada vez que yo cogía el coche tenía que mirar los bajos del mismo, por si había algo sospechoso ¿EL QUE? Ni yo misma sabia que miraba
Intentábamos hacer la vida lo más normal posible por nuestros hijos que ya estaban los pobres tan angustiados o más que nosotros. Si Salíamos de paseo intentando normalizar nuestras vidas , el asunto era peor, si íbamos en coche malo si a pie peor , porque cuando un semáforo se ponía rojo para los peatones él mi marido tenía que buscar una pared para apoyar su espalda y no dejarla al aire
Si íbamos donde fuera a tomar algo a comer en un restaurante , teníamos que tener siempre la puerta de enfrente de nuestros ojos para ver quien eran los que entraban, claro esta salíamos poco , bueno híper poco , casi lo justo al supermercado, y a todo esto sabíamos que llevábamos escolta pero no sabíamos quienes eran para no levantar sospechas
Si que sabíamos quienes eran esos vecinos que nos estaban impidiendo tener nuestra vida normal, Imaginarse cuando estabas subiendo en el ascensor con alguno de ellos , eran 3 pisos pero era como si subías al último piso de un Rascacielos
Mientras tanto, los atentados y muertos seguían invadiendo nuestras vidas a todas las vidas de los españoles, la angustia diaria, el no saber que iba a pasar, mis hijos sin casi salir lo justo a sus clases, y yo a mi trabajo, el teléfono intervenido. Mis hijos estaban como es normal preocupados por su padre, yo por él el por nosotros, cualquier ruido nos hacia sobresaltarnos. Me acuerdo de una noche viendo la tele con nuestros hijos, que de repente se oyó un silbido rápido, madre se me había olvidado que había puesto la olla a presión, pues tenía costumbre de preparar la comida del día siguiente y había puesto el cocido al fuego, y era tal la tensión en la que vivíamos que el chasquido del vapor al salir por la olla nos dio un vuelco al corazón, esa nuestra vida diaria
Mi marido me informaba del día a día, claro no a nuestros hijos solo se les decía eso “””NO NADA TODO MARCHA PERO TENEMOS QUE SEGUIR CON LAS NORMAS “”
Por la noche había momentos de pánico de mis hijos, un tubo de escape era suficiente para escuchar ¿MAMAAAAAAAAAAAAAAAAA QUE PASAAAAAAAAAAAAA? Teníamos que calmar los ánimos, el teléfono no se cogía si no era que estuviera su padre, claro salir con amigos o amigas esos días pues no se podía, yo hablaba con mi madre desde una cabina pidiéndole que por favor no llamase a casa, y ella quería saber el porqué, hasta que un día se lo dije y creo que no debí hacerlo, pero es que no entendía ella porque no podía llamarme a casa y que era lo que pasaba, entro en tal pánico que me dio hasta miedo por su salud
La vida en esos dos meses no fue fácil noooooo en absoluto , por fin un día vino mi marido con noticias esperanzadoras, pues resulta que una alemana , ósea mi vecina, acababa de salir de la cárcel hacia unos meses en su país y como había estado en vascongadas y que tenía amigos simpatizantes de ETA pues esos amigos venían a visitarla a Valencia
Se aviso por parte de las autoridades competentes a la dueña del piso , para que redimiera el contrato de alquiler de los susodichos inquilinos, por motivos que ellos le dijeron que tenía que decir , así se hizo y nuestra vida empezó a mejorar, pero no, lo ocurrido solo hizo pensar que estábamos a la merced de estos asesinos , que nuestros hijos podían sufrir aun mas , que mi marido podía ser el próximo como tantos compañeros de él
Nuestra vida no fue ya la de antes, hacíamos lo posible porque todo fuera casi igual, pero siempre quedaba ese miedo de ser tu los próximos, cosa que antes nunca lo pensábamos
Como les dije a mis hijos una vez << nosotros estamos vivos otros ya no , así que disfrutemos de nuestra suerte
Pero era imposible , casi todos los días había alguien por lo que llorar su pérdida fuera militar o paisano, que descanséis en paz amigos
AUTORA YO DEL TEXTO